Clic clac, el reloj en la pared camina a la única velocidad que puede hacerlo. Un lento segundo a la vez. Los pensamientos inundan mi mente, como siempre lo han hecho. Todo de golpe sin un instante, si quiera, para estudiarlos con el corazón.
Esa torrente de colores, los azules del cielo, aquellos blancos en las nubes, el amarillo del sol, ese gran pasto verde que se extiende hasta el horizonte. Entrando con aquella velocidad inmediata cuando bien podría dedicarle una eternidad a cada uno. Los rayos del sol cambian poco a poco de color, una franja naranja cubre el horizonte. La similitud perfecta con aquella foto de verano en la playa, tic,aquellas pisadas sobre la arena, de una pareja con las manos entrelazadas, una palmera solitaria con cocos a punto de caer al suelo y el cielo que lentamente se oscurece, tac, un minuto a la vez.
El sonido de las olas, unos grillos en el bosque, el silencio no existe. Sobre la playa comienza a llover, lentamente unas cuantas gotas refrescantes, clic, poco a poco mojan la arena caliente, por estar todo el día bajo el sol. Los pocos animales que había huyen de la lluvia, se esconden entre la arena, clac, el tiempo vuela.
el tiempo como arena en mis manos se me escurre opr los dedos sin poder hacer algo al respecto , sin poder girarlo como reloj y comenzar una y otra vez ... Solo me queda disfrutar de cada grano de arena mientras el viento se lo lleva
ResponderEliminarBindi.