viernes, 5 de noviembre de 2010

Apocalipsis Nunca

Mi motocicleta si llega al limite de velocidad, es impresionante como puedes ir tan rápido y en ese momento las cosas se ven mucho mas lento. Hace tres meses me había comprado una Ninja 250R y después de comprar todo el equipo necesario y tomar clases para andar en moto. Al fin la saque a dar vueltas, y el día de hoy logre la máxima velocidad.

Conforme aceleraba mi campo de visión se reducía y ahora ya nada mas me imaginaba los campos de maíz a mi izquierda y una serie de edificios gigantescos a mi derecha, hasta el momento en que por culpa de una onda expansiva volé, volé y volé hasta azotar contra el pavimento y de la caída me salvo la armadura que mi padre me hizo comprar.

Levante lentamente la vista y vi sangre en el piso en frente de mi, mas a lo lejos se encontraba todavía el maizal. Poco a poco me fui levantando, mi moto se encontraba en buenas condiciones y los edificios a mi izquierda se encontraban excesivamente destruidos, y al voltear al frente comprendí la razón de todo esto.

Era un hongo, un gran e impresionante hongo gigante. Una gran nube roja lo coronaba y el tronco era de un color cafe grisáceo, si calculo su radio probablemente mentiría ya que este era seguro mayor a unos cuantos kilómetros. En todas las películas esas explosiones se ven rápidas, sin embargo en la vida pasan extremadamente lentas.

Mi corazón se fue calmando lentamente, hasta que vi en el suelo a mi hermano y a mi padre. Las ruinas a mi lado son de lo que antiguamente era mi casa, y lentamente se levanta un tercer cuerpo que no vi en un principio. Es una pequeña, y trae un oso de peluche en la mano, pienso en su inocencia sin embargo una voz extremadamente grave que parece emanar de su boca interrumpe mis pensamientos “Joven alumno. En verdad estas vivo?”

Continuara
Agradezco a un gran amigo, mejor conocido como Ricardo Portnoy por el dibujo.

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