lunes, 22 de noviembre de 2010

Hacia el Horizonte

Levanto la mirada a un horizonte oscuro, una contaminación esplendorosa y un miedo por el mañana sin igual. "Espero" digo para mi. "No esperes, vive" contesta mi padre sin mirar atrás.

Llevamos quince días caminando, dos sin comida y tengo la boca seca desde ayer. Aunque lo peor aun esta por llegar, nos queda menos de media cantimplora y no se ve absolutamente ningún río o lago en el camino. Creo que moriré sin llegar a nuestro destino, el cual aún desconozco.

“Este es el futuro de cada niño y niña, la única forma de mantener a la humanidad. Ha llegado tu día" exclamo mi madre entre suspiros, hace ya dos semanas, "Tu día al fin ha llegado y debes salir a encontrar un futuro.”

Con eso en mente salimos de las cuatro paredes que habían cobijado mi vida hasta aquel fatídico día, ese techo cafe e inclinado se vio tan solo por el primer día. Y aunque no conocía donde me encontraba aun la imaginaba con mi madre adentro preparando algo de comer. “Mmmm, comida!” mi estomago rugía, mientras mi boca agua se hacia.

Mis recuerdos no son de hace mas de diez años y en todos ellos el mundo esta igual de desolado, mi imaginación cree en pelotas y deportes mi único conocimiento de ello por las historias de mi padre. Me ha contado cuando gano una copa en aquel deporte con balón, cuando en la escuela corrían por los pasillos pasando la bola entre ellos y los maestros regañando a todos. Sin tan solo mi vida hubiera sido así.

Seguimos caminando por lo que antiguamente fueron calles, mi padre me cuenta como su tía vivió dos cuadras para no se donde, y yo ni si quiera ubico lo que una cuadra es. Me cuenta como jugaba con sus amigos en un parque y a mi tan solo me queda imaginar, desconozco los colores y las flores. El pasto me parece desagradable y no entiendo como pueden haber pasado tanto tiempo en el, me pregunto como hubiera sido mi vida en aquel lugar que los adultos llaman de ensueño.

El panorama cambia a cada paso y mi mente avanza a cada rato, y creo que mis sueños se harán realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario